Claridad, la novela

miércoles, 27 de julio de 2016

Y las rosas...


Intenté hacer poesía

pero la Poesía se escurría entre los dedos de mis manos,

como mi vida.

Y las rosas se empinaron para besar el cielo...

Quise cantar alegría

pero la alegría se diluía entre los recodos de mi ser,

como mis sueños.

Y las rosas se empinaron para besar...

Decidí apagar tristezas

pero la tristeza se encendía entre las tinieblas de mis ojos,

como mis lágrimas.

Y las rosas se empinaron...

Conseguí salvar esperanzas

pero la esperanza se perdía entre los mares de mis entrañas,

como mi corazón.

Y las rosas...

Entonces fue,

que añoré pintar la ilusión

sobre un lienzo de vida que se escurría,

unos sueños que se diluían,

unas lágrimas que se encendían

y un corazón que se perdía.

Y empecé a abrir los ojos del alma

y sólo vi lagunas de clara oscuridad.

Pero allí...,

más allá de los sentidos,

mucho más allá de las palabras...

...las rosas se empinaban para besar el cielo

y sus tallos traspasaban la Luz.

SEGUNDA PARTE





 

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